miércoles, 24 de abril de 2024
   
 
15/6/2016
     
Tenía razón

Elisa Carrió es la protagonista principal de la detención de López. Lo viene denunciando a él y a De Vido desde hace 10 años. No tenía pruebas tangibles y por eso estuvo siempre sola o casi en el reclamo. Tiempo de reconocimiento. Consolidación de su rol en Cambiemos.

 Ya en los primeros meses de la gestión de Néstor Kirchner era muy común que intendentes y contratistas contaran de manera reservada y no tanto  cómo era  el procedimiento habitual de adjudicación de obra pública:  Recursos para todo el mundo con construcción de caminos, rutas, puentes y autovías, siempre con sobreprecios. Luego, el correspondiente retorno al financista de parte de lo percibido.  El sistema no era secreto pero nadie aportaba pruebas porque todos eran parte de la misma operatoria: el intendente o gobernador conseguía las obras, el contratista trabajaba y ganaba plata y el otorgante hacía caja.  El único que no compartió el modus operandi fue Sergio Acevedo en Santa Cruz, precisamente, y terminó renunciando en el inicio de su gestión cómo Gobernador. 

  A Carrió le contaron todo desde el inicio y ella lo hizo público siempre. Nunca tuvo pruebas tangibles y por eso casi siempre estuvo sola. El contexto tampoco la ayudaba. Eran años donde el Gobierno de Kirchner primero derrotaba a Duhalde, luego a una oposición sin candidatos competitivos y la economía crecía de manera desacostrumbrada. Ella y las denuncias ante la justicia de Moner Sanz eran demasiado poco para modificar todo un clima de época.

  Lo singular en esta historia es que la bochornosa imagen de  López tirando bolsos con dólares al interior de un convento convalida en una sola imagen  todas las presunciones de Carrio: Siempre les dijo "ladrones y cajeros de Kirchner" pero nunca había podido demostrar nada ante la justicia. Básicamente por falta de pruebas concretas y carencia de rigurosidad en la justicia. Desde ayer a la madrugada la historia es otra: Ahí esta la plata. En la puerta de un convento de clausura.

   Las políticas denuncistas de Lilita no se redujeron a López y De Vido en estos años. Anunció Golpes de estado para el 1 de marzo del año pasado, calificó de narco a Sergio Massa, graves hechos de corrupción del Presidente Macri - luego lo absolvió- y ahora también señaló a Jorge Macri y Gustavo Posse. Tampoco aquí en ningún caso aportó pruebas.

   Por aquí pasa el punto de equilibrio. Las valijas voladoras y repletas de dólares, yuanes y euros de López demuestran que en este caso, absolutamente, Carrió tenía razón  y corresponden los reconocimientos necesarios.  Sirve este enorme acierto para dar por válidos todas sus otras denuncias y presagios? No. Pero también es verdad que su figura crece mucho en capacidad de fiscalización y peso político dentro de Cambiemos. Gobierno y oposición deben tomar nota en conjunto. La palabra de Lilita, desde ayer, vale mucho mas que todas las valijas juntas de  José López.