viernes, 19 de abril de 2024
   
 
6/6/2016
     
Ciento ochenta grados

Cambio radical en el Gobierno en materia de déficit fiscal a partir del sorpresivo anuncio de aumento a jubilados. Temores ortodoxos. Dudas sobre lo que viene. Nadie cuestiona la causa. Luces amarillas. Motivos para endeudarse. Cambio de roles.

  Es raro lo que pasa por estos dias en el Gobierno en el debate sobre dos temas centrales cómo son el tarifazo de los servicios de luz y gas y el aumento a los jubilados. Para el primer tema hay - o hubo- una mirada muy ortodoxa, para el segundo mucho menos. Que es lo que viene? Se abandonó el equilibrio fiscal cómo propósito?

    Juan José Aranguren sigue defendiendo su decisión de aumentar el precio del gas un 1000 % en los domicilios particulares y mas de 1500 en pymes y comercios. Hubo obispos, intendentes, gobernadores y legisladores propios que plantearon su disenso pero la ortodoxia liberal en materia económica lo sostuvo: Es lo que hay que hacer. Y los aumentos no terminaron. Hasta el propio Macri se manifestó en esa linea. La posición que se adopta y defiende no es nueva y fue una de las definiciones importantes del macrismo en campaña: Basta de déficit fiscal. Recuperemos el equilibrio que logró Kirchner hasta el 2007-8 y CFK perdió en el camino de una muy mala administracion.

  Para eso se debe, básicamente, gastar menos y recaudar mas. Lo segundo mermó desde el vamos con la eliminación de las retenciones a la minerí  y la baja en soja, maíz, trigo y otros productos agropecuarios. El gasto debía reducirse con la merma de subsidios y por eso el tarifazo. Luego de las previsibles consecuencias sociales - mas amparos judiciales-  de pretender recuperar en un día un atraso tarifario de 12 años el Gobierno se vio obligado a retroceder. Se corrigió el rumbo, dijo Frigerio, pero el objetivo era el inicial: bajar el gasto  y recuperar equilibrio entro lo que ingresa y lo que se gasta. La política metió la cola y hubo cambios, pero el objetivo era acorde con las ideas económicas de Macri y Cambiemos.

   Con los jubilados en cambio todo es diferente. El prometido aumento y solución a las demandas en Tribunales es elogiado por todos pero claramente incrementa el costo fiscal de manera permanente.. No es una deuda que se paga  una sola vez y para eso sirve el blanqueo cómo recurso extraordinario. Fausto Spotorno dijo  que dicha exteriorización de capitales no alcanza ni siquiera para solventar el primer pago. Ni hablar de lo que viene: Ingresos transitorios que alcanzan para poco  y egresos permanentes. La cuestión no es menor. El primero que encendió luces amarillas fue Rodolfo Santángelo, socio hasta ayer nomás de Carlos Melconian, el sábado le toco el turno a Daniel Artana y hoy fue el turno del segundo de Orlando Ferreres en su consultora. 

  Ninguno de los tres es adversario de este gobierno. Comparten las medidas generales y pueden convalidar y apoyar la designación de gran parte de los ministros del Ejecutivo, pero tienen temores similares sobre el decurso de esta historia. "Para un sistema  saneado.- dijo Spotorno- hacen falta cuatro aportantes o activos por jubilado. Aquí no llegamos ni a dos. Con este esquema, que me parece muy merecido para los beneficiados, hay que olvidarse del equilibrio fiscal"

  Para este sector ortodoxo hay un segundo problema serio. No solo se incrementa el déficit sino que además el mismo va a ser financiado con deuda, lo que resulta doblemente gravoso "Una cosa es endeudarse para construir caminos o represas, pero hacerlo para pagar gastos corrientes sabemos que siempre termina mal" dijo otro de los consultados.

   Es singular el panorama. Elogios del FPV para el proyecto y dudas importantes en economistas cercanos al Gobierno. Causas del cambio? Indudablemente el contexto social. Los reclamos de intendentes son permanentes en los últimos meses, la Iglesia alertó rápido  la situación, jefes comunales propios cómo Ramiro Tagliaferro reconocieron complicaciones y la propia María Eugenia Vidal se encargó de trabajar rápido sobre un cordón alimenticio seguro para el conurbano. 

   El proyecto en cuestión, con blanqueo y moratoria incluída, le brindará al gobierno una victoria importante en el Congreso y los triunfos nunca vienen mal. Pero está claro que el producto de la exteriorización no se sentirá ya en la actividad económica y tampoco estará la plata recuperada por los jubilados inmediatamente en la calle.  El aliciente sin embargo sirve. Siempre es mejor saber que el mañana puede ser mas tibio que el presente. En lo social suma. En lo económico, en cambio, una modificación de rumbo que genera mucha inquietud entre los propios.