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| miércoles, 1 de mayo de 2024 |
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Empate
La convocatoria de ayer del peronismo terminó sin escándalo y evitando la intervención de la justicia. Sin embargo la tensión partidaria se seguirá sosteniendo por mucho tiempo. Ventajas para Mauricio Macri.
El balance legalista y formal no fue malo para el congreso peronista:
a) Se esquivó la posible intervención judicial
b) Confirmó convocatoria a elecciones partidarias para el próximo 8 de mayo
c) Quedó ratificada la Junta Electoral
d) Se evitó la anulación del voto directo cómo en algún momento de a la mañana pidió el formoseño Gildo Insfran.
Lo sustancial, sin embargo, no puede resolverse. Terminado el segundo mandato de Cristina Fernández se vive una horizontalidad inédita y no hay a la vista ninguna jefatura capáz de contener a todos. Gioja podrá ser o no presidente en tres meses, pero siempre cómo simbolo de equilibrio y equidistancia entre las partes y no cómo Jefe o Jefa.
El problema fundamental en la reorganización del PJ es el rol de la ex presidenta. La mayoría de los 700 congresales presentes ayer en Obras Sanitarias transita el ancho camino del medio: No dicen que el kirchnerismo no existe mas pero tampoco pueden acompañar a La Cámpora en su cruzada por la oficina de Máximo en el segundo piso del Congreso.
Ayer no hubo lugares para el cristinismo militante en la Junta Electoral y si para dirigentes cercanos al rupturista Bloque Justicialista de Diego Bossio y Juan Manuel Urtubey. Detalle. Y tampoco peleo demasiado el camporismo ese lugar.
Gran parte de los presentes (dirigentes de todo el pais, intendentes bonaerenses) no rechazan la integración del kirchnerismo pero está claro que no debe ser la conducción: "Se suman y participan, pero cómo parte del conjunto". Para los apuntados no es la posición más cómoda pero tampoco tiene sentido romper y quedarse afuera. Saben claro está que la convivencia puede no ser sencilla. En Unidos y organizados la conducción de La Cámpora no fue participativa ni amplia y les preocupa recibir idénticas devoluciones cómo contrapartida.
En verdad, no sería tan extraño la continuidad del camporismo dentro del partido. Néstor y Cristina Kirchner jamás se fueron del PJ. Tuvieron propuestas del Frepaso y la Alianza pero nunca abandonaron la estructura partidaria. Se enfrentaron con Menem, Duhalde y Cafiero siempre dentro del partido. Puede pasar lo mismo ahora con Máximo, De Pedro, Kicillof, Larroque y demás?
José Luis Gioja tratará de lograr esta integración. Su apuesta es la unidad partidaria hasta las elecciones legislativas del año que viene donde se estima que podría asomar algún liderazgo nuevo, con perfil y capital político propio. El camino hasta allí será difícil y con riesgos altos. Mas allá de su voluntad, el ex gobernador de San Juan sabe que es imposible unificar voces en todos los frentes.
El primer punto de disidencia es la derogación de la Ley Cerrojo que Macri le pedirá al Congreso. El kirchnersimo mas duro pidió no dar quorum y votar en contra, pero el propio Pichetto reclamó realismo : " los compañeros intendentes y gobernadores necesitan asistencia financiera de manera urgente y el único camino posible para eso es solucionar el tema de los fondos buitre"
Con la designacion de Embajadores sucedió lo mismo. Algunos votaron el rechazo de ciertos pliegos y otros los convalidaron. Nadie podrá poner orden entre diputados y senadores. Las jefaturas no existen y es el mejor dato para el oficialismo que siempre podrá proponer soluciones individuales para conseguir respaldos que le son escenciales
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