miércoles, 24 de abril de 2024
   
 
15/12/2015
     
Fuego amigo

La designación de Rosenkrantz y Rosatti en la Corte tuvo una singularidad: a los previsibles cuestionamientos del kirchnerismo se sumaron Gil Dominguez, Sabsay, Gil Lavedra, Julio Cobos, Stolbizer y otros. Respaldo de Sanz. Aclaraciones de Lorenzetti.

       
  Fue el dato mas llamativo desde que se conoció la decisión de Mauricio Macri de nombrar en Comisión a los nuevos integrantes de la Corte: Las mayores críticas, y muy rápido, llegaron no tanto desde el propio peronismo cómo de abogados  muy respetados  cercanos al oficialismo y  de aliados políticos al jefe de Cambiemos.   La primera fue Margarita Stolbizer que dijo  "Ni Cristina se animó a tanto". La titular del GEN había quedado muy conforme con su visita a  Macri hace unos dias y el encanto se interrumpió tan bruscamente que le expresó sus quejas a la propia Secretaria privada del Presidente. Daniel Sabsay, insospechado de opositor tras reclamarle a la ex presidenta que muestre su título en el Coloquio de Idea dijo " Que Macri haga estos nombramientos es muy triste". Andrés Gil Dominguez fue otro: "Cristina Fernández era una demócrata comparada con esto. Lo sucedido es de una gravedad institucional nunca vista desde el 83"

   Alejandro Carrió indicó "Reviso la situación y los nombramientos y no veo la urgencia para hacer una cosa así" Carlos Arslanian, menos cercano a Cambiemos, también fue contundente "No hay justificación para lo que hicieron"

    En lo político, mas allá de Stolbizer, tampoco hubo solidaridad con el Presidente. Julio Cobos no compartió el camino elegido y Fernando Sánchez dijo que estaba "sorprendido" por la decisión, sin ninguna palabra mas de apoyo. La línea de Sergio Massa " Los nombres son impecables pero la forma me pareció horrible" marcan una idea generalizada: Nadie cuestiona los sólidos antecedentes de los elegidos pero salvo excepciones ( Barcesat  y Recondo entre ellos) a nadie le termina de convencer el camino elegido por el Ejecutivo. Hermes Binner, socialista  y ex Gobernador de Santa Fe fue el último en manifestar su discrepancia con la decisión de Macri.

    Quién se alineó con el Presidente (si hubiese sido al revés el problema sería mucho mas serio) fue Ernesto Sanz que dijo "Se hizo lo que había que hacer. Es una decisión legítima, legal, necesaria, constitucional y a pedido de la Corte".

   La última frase "a pedido de la Corte" llamó  la atención pero su titular, Ricardo Lorenzetti, con cuidado, hizo la aclaración pertinente: "Conozco  a Rosatti y Rosenkrantz y tengo la mejor opinión de ambos, pero esta es una decisión del Ejecutivo y no corresponde que yo opine sobre el carácter de la misma"  (No hubo ningún  pedido del máximo tribunal según su aclaración).

    El saldo no es bueno para el Gobierno. Poco respaldo y mucho cuestionamiento propio de opiniones muy respetables cómo Gil Dominguez,  Daniel Sabsay y aliados en Cambiemos cómo Julio Cobos o Fernando Sánchez.  Hasta aquí no se conocían las ideas de Elisa Carrió y José Corral, el flamante titular de la UCR. Habrá testimonios?

    Si los costos no son menores corresponde preguntar porqué se optó por este camino que puede tener su resquicio de legalidad pero que ha resultado muy objetado en lo político y también en lo técnico. La respuesta dada es que si estos pliegos seguían su derrotero clásico en la Comisión de Acuerdos del Sentado, nunca serían aprobados por la oposición mayoritaria. Es posible. Pero también digamos que las reuniones del Presidente con los ex candidatos y con los Gobernadores habían generado un clima de diálogo que tal vez hubiese abierto puertas impensadas en la Cámara Alta. Hoy, después del per saltum a todos los senadores del FPV, cualquier acuerdo será mucho mas complejo.