viernes, 19 de abril de 2024
   
 
26/10/2015
     
Origen

Mas allá de los méritos de Vidal, la interna peronista de agosto fue el primer paso para la ruidosa derrota de ayer. El rol de Cristina. Cónclave en Olivos. Sabbatella malquerido.

  

   Porqué CFK no repitió en  Provincia de Buenos Aires el trabajoso equilibrio que construyo en Nación con la fórmula conjunta Scioli-Zannini? Pregunta sin respuesta, pero con seguridad una de las causas centrales  que colaboró ayer con la resonante e inesperada victoria de María Eugenia Vidal. La falta de unidad disparó una durísima interna que terminó con Aníbal Fernández sospechando de sus adversarios -hoy repitió los cargos- y con Martín Sabbatella metido en una disputa ajena donde hacían fila para incomodarlo.

    La negativa de Randazzo generó una situación imprevista? Es posible.  Desde lo político es comprensible que la Presidenta, encuestas en mano, haya decidido no enfrentar a Daniel Scioli. Un protegido suyo no podía perder una interna contra el Gobernador de la Provincia. Significaba su propio adiós adelantado de la vida política y complejizaba mas el tramo final de su gestión. 

     Hubo un ofrecimiento al Ministro del Interior  para ser candidato a Gobernador? Parece posible pero a nadie le consta.  Lo concreto es que su malestar público, y eventual amague de renunciar a todo, habilitó pronto una interna de tres: Julián Dominguez, Aníbal Fernández y Fernando Espinoza. El primero hacía mucho q había optado por el territorio luego que nunca despegara en su ambición presidencial. Con el Jefe de Gabinete ocurrió algo parecido  sobre las fecha de cierre de listas y el intendente de La Matanza siempre contó con el apoyo explícito de Scioli para intentar su salto a La Plata. 

   Una fría tarde de julio los tres fueron citados a Olivos y supusieron que era para consensuar una fórmula única. Todas las opciones eran posibles. Ninguno tenía margen para rebelarse. Podía ser Dominguez o Fernández cómo hombres políticos con Espinoza en representanción de los intendentes o una fórmula conjunta de los dos primeros. Nadie se iba a enojar por ninguna resolución. Mas aun, todos esperaban ese gesto de conducción política indispensable  que evitase despertar de su sueño al gigante dormido.

 Paso lo contrario. Habilitó una interna que se suponía de tres hasta que los barones del conurbano le explicaron a Espinoza que ellos querían a Dominguez cómo intendente y que juntos debían enfrentar a Aníbal. El Jefe de Gabinete -con un guiño de Olivos?- eligió a Sabbatella y comenzó la batalla. El Jefe de Gabinete tuvo siempre mayor nivel de conocimiento y medios a su disposición. En contrapartida, el recelo notorio de todos los intendentes del conurbano que jamás se imaginaron negociando en el Senado y en ningún lado con el ex intendente de Morón.

  La peleada elección la ganó Aníbal por apenas dos puntos. Sus adversarios nunca escondieron dudas sobre la transparencia de ciertas mesas. A Fernández  en tanto  todavía le duelen las acusaciones sobre sus vínculos con el acusado del triple crimen de la efedrina, Martín Lanatta. No solo tiene dolor, también está convencido que las denuncias fueron instrumentadas sus rivales de la interna.

   Los cargos no terminaron con las PASO. María Eugenia Vidal y Felipe Solá encontraron su flanco mas débil y no dejaron de castigarlo hasta último momento. Seguramente no es la única explicación de la derrota ni mucho menos, pero sigue resultando difícil entender porque se habilitó una interna donde claramente los costos eran mas visibles que los beneficios.  Hubo una apreciación equivocada sobre habilitar un ejercicio de democracia interna siempre necesario y permitir el encumbramiento del  vocero mas explícito del kirchnerismo en el último lustro? Es posible.