miércoles, 24 de abril de 2024
   
 
25/6/2015
     
Neutralidad

Hasta aquí "La Cámpora" se mantiene al margen de la dura pelea de la provincia de Buenos Aires.

 No hay señales por ahora de alguna participación de la agrupación conducida por el hijo de la Presidenta en la peleada primaria del PJ bonaerense entre Julián Dominguez y Aníbal Fernández.   El Presidente de la Cámara de Diputados tiene muy cerca suyo a Alberto España, tio de Wado De Pedro y es conocido el muy buen diálogo del Jefe de Gabinete con José Ottavis.  Sin embargo, no se esperan  pronunciamientos explícitos por uno u otro. Tampoco desde Balcarce 50  o La Plata. Daniel Scioli fue siempre el principal impulsor de Fernando Espinoza pero ayer compartió actos e inauguraciones con Martín Sabbatella, otrora crítico ácido del Gobernador.  Hoy el candidato único a presidente del FPV, continúa con las compensaciones y comparte reunión en Berazategui con Julián Dominguez.

  La estrategia central de CFK y DOS pareciera ser que esta disputa, sin demasiadas tensiones, siga creciendo. Hoy, sumando la intención de voto de ambos, donde Fernández le gana a Dominguez por 8-9 puntos, la sigla FPV ya esta superando un 43 % de intención de voto.  En la provincia hay casi once millones y medio de habilitados para sufragar. María Eugenia Vidal esta siempre rondando el 25%. La idea del oficialismo nacional es tratar de lograr aquí la máxima diferencia posible y compensar lo que puede suceder en otros distritos más ásperos.

  Cómo recuerdan los peronólogos, nunca hubo una interna tan pareja en la provincia.  En los 90 Eduardo Duhalde le ganó Carlos Brown por mas de 60 puntos. Fue solo una formalidad, el hombre de San Martín jamás había dejado de pertenecer a las cercanías políticas del Gobernador de ese momento. Hace menos años había lista única encabezada por Daniel Scioli pero Mario Ishi se empecinó en participar y no llegó al diez por ciento de los votos.  Aquí en cambio hay final abierto. El propio anibalismo confirma que Dominguez - Espinoza crecerán en las encuestas en muy poco tiempo y esperan que su propio techo se siga estirando. También es cierto que  puertas adentro nadie parece demasiado neutral. Públicamente, sin embargo, los grandes electores jugarán a la imparcialidad.