sábado, 31 de mayo de 2025
   
 
5/5/2015
     
No - No

Ernesto Sanz y Diego Santilli insistieron que no hay diálogo posible con el Gobierno y la oposición no convalidará ningún ingreso a la Corte Suprema. Rodriguez Saa solicitó por su parte una alternativa de negociación.

 
    El senador mendocino y el porteño reiteraron esta mañana que  no facilitarán ningún nuevo ingreso a la Corte hasta el comienzo del nuevo Gobierno. Santilli dice que el Ejecutivo es el responsable de la situación y Sanz señala que solo se pretende  sumar voluntades para tener una Corte adicta, que con cuatro miembros el cuerpo puede funcionar sin inconvenientes. El puntano en cambio, cómo hace un tiempo, insiste en la búsqueda de un diálogo que destrabe la situación.

   La cuestión es primero matemática y luego política. La jubilación de Eugenio Zaffaroni a fin del año pasado dejó una vacante e intentó sentar un precedente que no se ha cumplido: Si el penalista se retiraba a los 75 años en cumplimiento de lo determinado por la ley, presumiblemente podía ser seguido por Carlos Fayt, excedido 22 años en los mismos límites y con ostensibles inconvenientes a la hora del trabajo cotidiano. Eso no ocurrio. Dos lugares a completar en el máximo tribunal hubiese permitido una amplitud de  negociación con la oposición que el gobierno hoy no tiene.

    En su intento por completar el único casillero vacio se propuso el nombre de Roberto Carlés, de antecedentes académicos sólidos pero con nula experiencia tribunalicia o como abogado litigante. Antes de conocer su postulación, la oposición ya habia tomado una decisión hasta ahora inmodificable: No  convalidar ninguna designación hasta diciembre de este año. Sea quién sea. Que las vacantes sean ocupados por el Gobierno que viene.

   La decisión fue tomada en conjunto por la UCR, el PRO y el Peronismo Federal. La unidad de todos tiene mucho peso especifico. Cualquier nombramiento para la Corte necesita del voto afirmativo de dos tercios de los presentes, imposible de conseguir sin alguna fisura dentro del abroquelamiento opositor.

   El pliego de Roberto Carlés, en este marco, consiguió la aprobación de la Comisión de Acuerdos pero fue congelado por el oficialismo antes de ingresar al recinto. No tenía sentido exponer su nombre a una derrota cantada.

   La anticipada reelección de Lorenzetti cómo Presidente, las dudas sobre la firma de Fayt en dicho acto y el renovado cuestionamiento oficial a la real capacidad del juez nonagenario tensaron cómo nunca el vínculo entre la Corte y el Ejecutivo. En esta situación resulta por demás previsible la doble negativa de esta mañana de Ernesto Sanz y Diego Santilli.

    En el medio de la pelea apareció Adolfo Rodriguez Saa. Buscando su lugar en el mundo luego de ser marginado de un acuerdo político con Sergio Massa y José Manuel De la Sota. El ex presidente plantea que esto se soluciona con diálogo político y lo que señala es razonable. Hace 30 años que oficialistas y opositores negocian y acuerdan las designaciones de la Corte Suprema. También ahora corresponde buscar una salida. Rodriguez Saa ya había dicho hace 15 dias que el no se oponía a "todas las nominaciones" sino particularmente a la de Carlés. Su postura podía tener alguna revisión si el nombre era otro. Hoy volvió a reclamar que es indispensable hablar entre las partes. La propuesta tiene sentido común y lógica. Que pueda prosperar es otra cosa.