jueves, 25 de abril de 2024
   
 
16/4/2015
     
Los lobos

Francisco De Narváez mide bien en la provincia de Buenos Aires pero pelea con adversarios de peso afuera y adentro: El FPV lo rodea con casi 10 candidatos y el estancamiento nacional de Massa puede complicarlo mucho en el territorio propio.



Tres frases del presente de De Narváez:

                                                                           1)  "Está muy claro que el Gobierno es muy hábil a la hora de armar escenarios electorales"

                                                                            2)  "Es muy posible que la economía le de buenas noticias al oficialismo antes de fin de año"

                                                                             3)  "Es cierto que de manera informal hemos escuchado hablar de la conveniencia que Massa baje su candidatura para favorecer la unidad de la oposición, pero oficialmente nunca nadie nos dijo nada a Sergio o a mi"


                                                                            Las encuestas propias y ajenas no le dan mal al ex empresario que hace 6 años supo derrotar en elecciones parlamentarias a Néstor Kirchner. Sin embargo sabe que el dato es solo parte de una realidad mas compleja.

                                                                            El acuerdo Massa - De Narváez en la provincia ha sido casi providencial para ambos. El candidato a Presidente no tenía ningún referente propio con una intención de voto similar y el esquema armado le permite, además, desligarse de la costosa financiación de la campaña en la provincia.  Para el "Colorado" por su parte era imprescindible incorporarse a una boleta nacional. Está comprobado que casi no hay destino para las propuestas unicamente provinciales o municipales.

                                                                             El tema país, justamente, es el primero que oscurece el presente de "Alika - Alikate". En Salta, Massa apenas pudo rasguñar una buena elección en la capital de la provincia; Santa Fe, Mendoza y Capital Federal, en los próximos dias, no avizoran ninguna buena noticia para el Frente Renovador. Tampoco en Córdoba, que viene después. Por aquí transitan las razonables preocupaciones del  candidato de la provincia:  Cómo seguirá sosteniendo Massa su candidatura hasta agosto en medio de un rosario de malas noticias?

                                                                           De Narváez señala que una posible unidad Macri - Massa no es querida ni deseada por ninguno de los dos y tiene razón. Pero también es cierto que una seguidilla de resultados complicados puede comenzar a edificiar una pelea nacional de solo dos candidatos y no de tres. Varios consultores ya apuntan "Comenzó siendo una disputa de cuatro cuartos con UNEN, Scioli, Massa y Macri. Luego fue una pelea de tres y puede terminar siendo de dos".

                                                                            Una candidatura provincial puede tener mucho peso y aparato propio, pero si la cabeza nacional no tira para arriba cualquier esfuerzo puede terminar siendo infructuoso.

                                                                            Lo que viene en la pelea por la Casa de Gobierno de La Plata tampoco es sencillo. Es cierto que De Nárvaez tiene un nivel de conocimiento absoluto y una interesante intención de voto, pero el FPV jugará todo para asegurarse la continuidad de la herencia de Daniel Scioli. Por lo pronto tiene  diez precandidatos: Julián Dominguez,  Diego Bossio, Patricio Mussi, Fernando Espinoza, Martín Insaurralde, Gabriel Mariotto, Sergio Berni, el "Chino" Navarro, Santiago Montoya y hasta Aníbal Fernández contó que fue su gran sueño trunco hace unos años. Las primarias del FPV no incluirá a todos y habrá fórmulas de unidad inclusive, pero por ahora cada uno riega su quinta y saben que los elegidos tendrán todo el respaldo del aparato nacional y provincial.  De Narváez no tiene problemas de recursos, es cierto, pero esta solo. Mas aún, habrá que ver cuando se oficialice la interna con Giustozzi y eventualmente gane, que sucede con el trabajo político en torno suyo de otros renovadores. Hace muy poco no se veía en Felipe Solá, Mónica López y  otros demasiado espíritu de colaboración para quién, según ellos, era un "recién llegado".

                                                                            Luego de la ruidosa victora del 2009 De Narváez comprobó con pesar que la consolidación de una fuerza propia era mucho mas complejo que un triunfo resonante. En agosto intentará el regreso. El presente de los números no es malo, pero una mirada sobre los adversarios y sus propios aliados lo remite a un obligado camino de prudencia.