miércoles, 24 de abril de 2024
   
 
30/3/2015
     
Buen momento

Mañana en La Matanza compartirán escenario otra vez la Presidenta y Daniel Scioli. En un marco general donde se multiplica el internismo en el PRO, la UCR y el Frente Renovador, sciolistas y kirchneristas continúan mostrando una relación mucho menos áspera de lo imaginado.

      Fernando Espinoza es el anfitrión. Cristina Fernández y Daniel Scioli los invitados principales y además habrá otros varios precandidatos en Nación y Provincia. Frente a muchos pronósticos preocupantes, el oficialismo sigue manteniendo un delicado equilibro y continúa con una civilizada convivencia de intereses.  Nunca hubo demasiada empatía afectiva entre la Presidenta y el Gobernador, pero ocho largos años también demuestran, a esta altura, otro par de cuestiones importantes:

                                  a) Las  escaladas verbales no tuvieron por correlato  hechos concretos que de algún modo perjudicasen a los Gobiernos de Nación o Provincia.

                                   b) Las leyes pedidas por Scioli fueron modificadas en algún caso, pero nunca dejaron de ser votadas por el kirchnerismo


                                    c) Las disputas fueron y vinieron, pero el ahogo financiero a La Plata no fue una herramienta utilizada por el Gobierno nacional en ninguna oportunidad.

        El momento de acercamiento de las partes, que no es nuevo, tiene expresiones concretas. Ayer domingo el Gobernador estuvo en Villa Dolores celebrando junto a Aníbal Fernández una victoria de la candidata local. El sábado Alberto Perez respaldó a Axiel Kicillof en su reticencia a dar precisiones sobre la cantidad de pobres en la Argentina. En devolución de gentilezas, Sergio Berni, cristinista puro, dijo que su candidato en la nación era Daniel Scioli, con quién siempre tuvo buen vínculo en el análisis del tema Seguridad.

      Sin certezas definitivas cada vez parece mas cerca el escenario mas previsible: Scioli cómo candidato que mejor mide enfrentando a Florencio Randazzo y algún otro nominado. Julián Dominguez ya optó por la provincia de Buenos Aires y   Agustín Rossi percibe la aridez extrema de su
desafío. Aníbal Fernández también mira territorio bonaerense?

    Delimitado el marco, no está claro si la Presidenta convalidará expresamente la posulación de algún preferido. Florencio Randazzo cuenta con un respaldo mediático notoriamente superior, pero  no es lo mismo que levantarle la mano y decir que es el  elegido: Tal vez se analizó ese camino en algún momento y tras  los problemas domésticos  de Massa y Macri se opta por una opción  más prescindente. Siempre estuvo claro una cuestión: Scioli no podía  ser candidato único. Siempre se pensó en un referente propio-propio, esperar  el resultado y  negociar en función de ello.

    El palco matancero servirá también para mirar el tema de la Gobernación. CFK quiere sólo dos o tres candidatos o habilitará una primaria muy abierta cómo sucede en Capital?. No se sabe.  Se supone que la estrategia es la primera, pero no hay nada cerrado luego de las siete listas porteñas. Entre ambos distritos hay también una diferencia de peso: En territorio capitalino se compite por los legisladores, esta asumido que no se gana; Provincia en cambio es la gran apuesta electoral del oficialismo y por ende previsible que la estrategia no sea la misma de Capital.

   Falta poco mas de dos meses para el  cierre de listas. Desde siempre y particularmente en los últimos tiempos, propios y ajenos le pronosticaron a Daniel Scioli los presagios mas oscuros:Desde impedirle participar en la primarias hasta un respaldo incondicional de la Presidenta a Randazzo o cualquier otro candidato alternativa. El presente desmiente tales augurios y convalida el camino, muchas veces solitario, elegido por el Gobernador.

   La ruptura entre ambos ha sido siempre mas deseada que posible. Cristina Fernández de Kirchner puede ser dueña de muchas decisiones pero no de todas. La instalación nacional de Scioli hace tiempo que no es tema que pueda resolver a su exclusivo arbitrio. El Gobernador por su parte supo también siempre que  con el "sciolismo" solo no alcanzaba.