sábado, 20 de abril de 2024
   
 
28/10/2014
     
Efecto Dilma

La victoria de DR en segunda vuelta fue doblemente celebrado en el FPV: Por naturales afinidades y porque ganar en segunda vuelta, aun en escenarios diferentes, no fue imposible.

 
       En cualquier campamento oficialista se habla poco y nada de una eventual segunda instancia el año que viene por tres cuestiones escenciales:  

                                               a) Falta mucho

                                               b) Todavía no hay candidato

                                                c) Todos los escenarios posibles serán siempre muy complejos para cualquier candidato del FPV

       Existe una cuarta opción,  pero por ahora la descartan: No entrar al ballotage.

       La transpirada victoria de la sucesora de Lula  apresuró cálculos luego del domingo a la noche. Hasta aquí, sin embargo, parece cómo imposible que el FPV pueda evitar la segunda vuelta.   Recordamos que nuestro sistema convalida un triunfo en primera ronda si se alcanza el 45 % mas uno de los votos, mas allá de la próximidad del segundo y el tercero.

      45% de los votos? Hoy no hay nadie con tanto optimismo. Se trata de política, no de milagros. La otra variante es la del 40 %. Por supuesto que también es complicadísima y hoy no hay ninguna consultora que le de cerca al mejor candidato del oficialismo. Pero es menos que 45. El problema central que tiene es que solo se gana  en primera vuelta con el  40% si  el segundo no alcanza los 30 puntos. Y esto también es casi imposible.  Por supuesto que uno de los dos adversarios puede cometer errores estrátegicos en su armado y no llegar a ese porcentaje, pero no los dos. El que se equivoca se quedará afuera, pero uno va a acertar y ese está  por encima de los 30 puntos.

    El recelo a la segunda vuelta por parte del oficialismo tiene bases concretas. El mas reciente trabajo de Julio Aurelio es una foto precisa de esta situación. El 47 % considera entre buena y muy buena la gestión de CFK, lo que luego de 11 años es mas que considerable, pero también es cierto que el 53% restante la evalúa cómo mala y muy mala.

    Puede salir el oficialismo de este encierro? No hay recetas, pero la derrota de Aécio Neves entreabre algunas puertas.   En el caso  que el candidato peronista esté en el ballotage, quién es el Marina Silva de turno?

     Salvo algun momento particular histórico cómo  Perón en el 73 y la Presidenta  hace tres años, el voto consolidado del peronismo nunca supera al 50 %. La  preocupación natural es que en segunda vuelta el otro candidato sea capaz de aglutinar la totalidad del voto opositor. Todavía no hay preferencias claras. Conviene enfrentar a Macri o a Massa?  Con el primero estaría mas clara la discusión sobre modelos posibles. El Jefe de Gobierno porteño ya ha dicho que no habrá variantes en la AUH, YPF y la jubilación estatal, pero claramente está a favor de una economía mas privatista y  con menos regulaciones. Con el segundo no hay tantas diferencias de ese tipo, mas allá de las  criticas de hoy a los altos índices de inflación anualizada,  pero jugarán mas las cuestiones domésticas y los temas partidarios. El oficialismo indaga todavía cual  de los dos tiene mas puntos vulnerables.

    Para octubre del año que viene se habrán acumulado 12 años de gestión y ningún gobierno es ajeno un proceso natural de desgaste y agotamiento. Tampoco suma ese detalle. Lo saben en Balcarce 50 y lo saben los eventuales candidatos.  Dilma empero abrío una puerta y dijo que se puede.  En diez meses ya se juegan las PASO y en ese momento se podrá saber si la alegría por Brasil fue solo flor de un día o habilita alguna posibilidad mas