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jueves, 28 de marzo de 2024 |
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La búsqueda
Mucha ansiedad en el massismo por la ausencia de candidato en Capital Federal.
Ningún candidato presidencial con pretensiones serias puede estar completamente ausente de algún distrito electoral. Pero menos de los cinco grandes: Provincia de Buenos Aires, Capital, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Por supuesto que no es sencillo y siempre es un tema central al explicar los históricos fracasos de las terceras fuerzas en la Argentina. Sean de centro izquierda cómo el Partido Intransigente de Oscar Alende o de centro derecha cómo la UCD de Alvaro Alsogaray. Radicales y peronistas pueden tener malos o buenos resultados pero su presencia es absolutamente extendida.
Sergio Massa es muy fuerte en la provincia de Buenos Aires porque allí nació el Frente Renovador, pero no resulta sencilla la expansión en otros vecindarios. En Santa Fe no fue bueno el intento de crecer desde la figura de "Cachi" Martinez y en Córdoba deberá estar todo muy atado con Jose Manuel De la Sota, cuestión que no está todavía definitivamente cerrada. Capital Federal es el problema mayor: Alberto Fernández nunca se consolidó como el representante Renovador que pareció ser en su momento y tampoco prosperaron los intentos de construir alguna sociedad política con Christian Ritondo (dirigente de peso en el PRO) o Martín Lousteau. Tampoco hubo cierres con Graciela Ocaña, que no determinó todavía si será candidata de manera individual o en sociedad con algún otro sector.
La primacía electoral en la ciudad, claramente, le pertenece al macrismo. Las encuestas indican que hoy volvería a ganar tanto con Gabriela Micheti cómo con Horacio Rodrdiguez Larreta. También mide muy bien Lousteau y el peronismo por su parte siempre tiene un voto cautivo que orilla el 20 %. En este marco, y sin candidato a la vista, para el massismo es muy difícil encontrar un lugar en el mundo electoral de la ciudad de Buenos Aires. En algún momento lo imaginaron en ese lugar a Roberto Lavagna, pero el ex Ministro nunca se mostro seducido por esa posibilidad. Falta tiempo y hay búsquedas por fuera de la dirigencia tradicional, pero no es un buen dato la carencia de una presencia sólida en la Capital
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