jueves, 25 de abril de 2024
   
 
2/9/2014
     
Anotado

Con el traslado de la capital cómo estandarte Julián Dominguez no se baja de la carrera mayor del año que viene. La gran apuesta es el respaldo presidencial.

    Cuando Cristina Fernández reivindicó públicamente la mudanza de la sede del Poder Ejecutivo  y lo convocó especialmente para  explicarle  el tema a "Pepe" Mugica, Julián Dominguez sintió que la pelea no estaba perdida. Pocos dias antes, cuando no había señales desde Olivos  y  en el Gabinete desacreditaban  en privado el proyecto, creyó  que la ilusión tocaba techo. Ahora tiene una nueva oportunidad.

    Gran parte del oficialismo imagina que Cristina Fernández no habrá de ungir ningún candidato propio para el año que viene. Suponen que aplicará el manual de uso para estos casos: convalidar al que gane, no arriesgarse a ninguna derrota previa y apostar a una buena convivencia en el futuro.

   Cerca de Julián Dominguez imaginan otro camino: Que la Presidenta juegue y que el elegido sea el suscripto. No por capricho sino porque suponen que su nominación está mucho mas acorde con todo lo que representa el  kirchner-cristinismo. Son muy críticos de Scioli , lo ven demasiado parecido a Macri y Massa y  reivindican el armado de otra alternativa electoral.

    Saben también que el Gobernador de Buenos Aires tiene una ventaja clave en la conformación de su estructura (arrancó hace mucho tiempo y multiplicó contactos provinciales)  y por eso indican que si no llega a haber algun señalamiento con el dedo, cualquier pelea será despareja. Dicen a su favor que la figura de  Dominguez  es  mucho mas amigable para los sectores  cristinistas que  la del jefe de la "Ola naranja".  No hablan de Urribarri ni de Rossi pero miran que pasa con Randazzo. Según ellos, la gran apuesta por los trenes, por una nueva manera de viajar, no alcanza a convertirse en una plataforma apta para el despegue de una candidatura presidencial.
    

   Cuando se  indica que el traslado de la Capital puede terminar siendo una cuestión abstracta  responden con los efectos colaterales que debería tener la mudanza: El día del cambio empieza a terminar la hiperconcentración del conurbano. Aquí no hay mas lugar, no hay mas tierra. Y la superpoblación es definitoria a la hora de estudiar las claves del delito y la delincuencia. Se debe terminar con el crecimiento macrocefálico de Buenos Aires. Por eso- indican- hay que emigrar con la sede del Ejecutivo hacia el noroeste y desde alli buscar la salida al Pacífico.

   Habrá que ver que sucede. Hace unos dias la idea parecía hibernar. Hoy tampoco hay  ninguna certeza sobre su concreción, pero con seguridad puede servirle a Dominguez para poder ponerse las zapatillas nuevas y correr la carrera.