viernes, 26 de abril de 2024
   
 
2/7/2014
     
Brigada DOS

Pese a las complicaciones de la policía municipal y la preocupación por el efecto Boudou, Daniel Scioli prepara respaldos concretos a candidatos que irán por muncipios massistas .

      En un momento político difícil por cuestiones endógenas y exógenas ( La crisis por el tema policial es propio y el procesamiento del vicepresidente ajeno) el Gobernador y sus responsables de campaña aceleran la presencia naranja en casi diez distritos que en octubre pasado fueron ganados por el Frente Renovador. De este modo, el sonoro aval la semana pasada a Carlos Tapia en San Miguel se entiende ahora no cómo un fin en si mismo sino cómo el comienzo de una estrategia que apunta a recuperar lo perdido. En su momento llamó la atención ver cómo se promovía a un futuro adversario de Joaquín De la Torre. Porque todavía falta mucho para las PASO del año que viene y también porque hasta aquí el Gobernador había mostrado cierta prescindiencia en la pelea de cada uno de los municipios. Esa etapa ha terminado y el ex River y Boca fue el primer tributario. El esquema continúa ahora de la siguiente manera:


       Tigre:  El candidato será Nicolás Scioli, vecino del municipio massista por excelencia y titular de Provincia Leasing. Hasta aquí otros referentes del peronismo no han inquietado la hegemonía renovadora y apostarán por el peso del apellido. Jugada difícil y por ahora a futuro. Y teniendo en cuenta además que esta vez los renovadores no tendrán a Sergio Massa encabezando la boleta.


       Almirante Brown: Mariano Cascallares será el gran respaldado para la pelea contra Giustozzi y sus referentes. Fue el único municipio de la Tercera Sección Electoral que acompañó la movida renovadora del 2011.  Justamente en los últimos dias el Concejo Deliberante le renovó la licencia como intendente a Giustozzi en lugar de aceptarle la renuncia puesto que también es Diputado Nacional. Movida singular que también apunta a no perder peso en el distrito el año que viene.


       Escobar:  El hombre del sciolismo es el actual intendente, Walter Blanco, reemplazante del massista Sandro Guzmán . Se avecina disputa áspera  por la preeminencia en el territorio.

       Merlo:  Escenario de un culebrón del conurbano que seguramente se repetirá en otros lugares.  En el 2011 Gustavo Menéndez era massista  e hizo una excelente elección frente al eterno  Othacehe, oficialista hasta allí de Cristina Fernández y Daniel Scioli. Poco tiempo después Sergio Massa y Othacehe recuperaron un viejo vínculo político y el intendente se paso al massismo postergando a Menéndez que, muy enojado, se acercó rápido a Scioli. Candidatos cruzados para el año que viene  porque el oficialista y el renovador dejaron de ser lo que eran.

      San Martín: Eduardo Aparicio será el candidato con mas chapa oficial. Con mucha cercanía al Gobernador  su figura aparece ahora en un distrito muy atomizado políticamente   y  donde  hace poco la referente naranja mas importante era la Ministra de Gobierno Cristina Alvarez Rodriguez.

       San Isidro: Históricamente es un territorio casi imposible para cualquier peronismo. D esde el 83 nunca pudo ganar pese a intentos varios con distintos candidatos. Ahora es el turno de Santiago Cafiero, hijo de Juan Pablo y nieto de Antonio. Muy cercano a Scioli es su referente en los dominios de Gustavo Posse.

       Arrecifes: Aqui tiene  Scioli un  candidato con el perfil que mas lo convence. Su apuesta es Marcos Di Palma y el rival a vencer Daniel Bolinaga. El ex TC tiene todo el carisma y la penetración  social  necesaria,  pero también le falta oficio y experiencia.  No necesitan hadrán cerlo conocer y menos en su patria chica. Habrá que ver si puede frente al oficio de un rival que  hace  6 meses decidió saltar al massismo.


       Hay tambien en carpeta por lo menos otras tres o cuatro ciudades donde el Gobernador trabajará en firme sobre la figura de candidatos propios. Por supuesto que el impulso oficial puede ser decisivo para estos aspirantes a controlar el Ejecutivo de sus ciudades, pero  no significa que la cuestión ya está resuelta. Podrán correr con ventaja, pero  tendrán que afrontar en trece meses las PASO y medirse con todos los que pretendan pelear la interna peronista.