El notorio giro de Sergio Massa del lunes permitirá que mañana se trate en el Senado Bonaerense el proyecto de creación de las policías municipales y queda por determinar si el FPV podrá aprobar sin cambios el proyecto que viene de Diputados. Si el Frente Renovador consigue mayoría para modificar algunos artículos la norma volverá a la Cámara Baja y se dilatarán los tiempos que en su momento imaginó Alejandro Granados. El dato político mas sustantivo continúa siendo la notoria resistencia de muchos intendentes a la futura fuerza de seguridad. Ayer se sumó a las críticas de Mario Meoni y Gustavo Posse el sciolista Hugo Curto.
Los sectores implicados en el debate del tema están atravesados por tres cuestiones diferentes y en muchos casos conciliar los elementos divergentes está resultando demasiado trabajoso:
a) Demandas sociales: La inseguridad es una preocupación permanente y las policias comunales, para sectores mayoritarios, pueden ser una muy buena alternativa
2) Acuerdo parlamentario: Buscando consenso para unificar el bloque, el Ejecutivo de la provincia permitió modificaciones que en muchos casos alejaron al proyecto de la idea original.
3) Los municipios son el punto terminal de la ley y sin embargo varios jefes comunales no terminan de comulgar con la idea y eso genera dudas sobre su futura aplicación.
Sergio Massa debió anunciar ayer que su bloque apoyará el tratamiento de la ley luego de las duras críticas que formulaban sus propios senadores por dos cuestiones:
1) Votar la ley en Diputados casi sin cuestionamientos y oponerse en la Cámara Alta no es lo mas adecuado en términos políticos
2) Cualquier encuesta considera que las policías municipales pueden ser una herramienta adecuada para pelear contra la inseguridad . Mas allá de diferencias puntuales, de manera entendible, Massa no quiso oponerse a este reclamo social.
Alejandro Granados es un hombre de fuertes vínculos con la Bonaerense y seguramente imaginó un proyecto mas duro que el que se terminó votando en Diputados. Sucede que en la Cámara Baja los referentes de La Cámpora introdujeron modificaciones varias y también intervino mucho el sabatellista Marcelo Saín. El proyecto que salió no era lo imaginado por el Ejecutivo pero fue lo posible.
Posible para parlamentarios, claro. La mirada de intendentes cómo Meoni y Posse fue otra. Hablaron de fuerzas de seguridad transformadas en cuerpos de boy-scouts y se trabó su tratamiento en el Senado. La sesión fracasó dos veces y obligó a la anunciada toma de posición de Massa.
Los intendentes apuntados quieren una policía municipal con mayor poder decisorio. El dato singular es que no solo se oponen los massistas. En su momento tampoco estuvieron de acuerdo el "Barba" Gutiérrez y Alberto Descalzo y ahora se manifestó en contra Hugo Curto: " Yo no estoy de acuerdo con las policías municipales. Propongo en cambio una bonaerense de 100.000 efectivos que me parece es lo mas adecuado"
Tanta oposición de los intendentes no parece el mejor camino para esta ley todavía no nata. A los intendentes renovadores les preocupa tener que manejar una policía con márgenes de acción muy acotados. Veteranos peronistas cómo Curto desconfían de un sistema que le acarreará nuevas responsabilidades y donde además no está demasiado seguro que la asistencia económica llegue siempre en tiempo y forma.
Habrá sesión mañana y no está claro si el oficialismo podrá convalidar lo que viene de Diputados sin modificaciones. Ante las críticas de casi todos, Granados confía en ordenar posiciones a través de las reglamentación de la ley. Esta semana o la que viene, con la ley sancionada, empieza otro camino. Los municipios tendrán la potestad de crear o no su propia policía municipal y en casi dos años los primeros efectivos estarán listos para comenzar a operar.