No está escrito ni mucho menos el final del conflicto en Gestamp. Recordamos el origen. Hace casi dos meses la autopartista comenzó con la suspensión rotativa de parte de sus trabajadores cómo consecuencia de haber mermado la producción debido a la crisis automotriz que se dibuja desde principios de año.  Según SMATA  las suspensiones eran con el pago del 100 por ciento de los salarios caídos y los afectados sólo dejaban de percibir las horas extras. Al poco tiempo un sector mas combativo del gremio, suponiendo que estas suspensiones derivaban en poco tiempo en despidos, tomó  parte de la fábrica. La tirante situación, ya con reclamos sobre la Panamericana, se agravó hace poco mas de una semana cuando el sector mas combativo (vinculado al Partido Obrero) cruzó una grúa en la puerta de la empresa y directamente impidió el acceso de todo el personal a planta.. Hasta allí, según SMATA,  la medida de fuerza involucraba a menos de 70 obreros sobre un total de 2000.

   La paralización de Gestamp comenzó a afectar la producción de otras automotrices provistas por la empresa de origen español y el conflicto estalló el fin de semana, cuando la Presidenta dijo: "Basta de sonreir  y tratar de conformar a todo el mundo". Pocos minutos después llegó la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Provincia a cargo de Oscar Cuartango.

     La respuesta del sciolismo a CFK, de manera oficiosa, tiene mucha razonabilidad  " Se debería empezar por reconocer que el conflicto obedece a la crisis de la industria automotriz a nivel nacional. No lo inventamos nosotros. En segundo lugar, ¿que querían? Que ingresemos en la fábrica a reprimir directamente? Y si hay un muerto, quién paga los costos?"

    Inmediatamente anunciada la conciliación obligatoria se manifestaron en desacuerdo Débora Giorgi y la propia empresa. La Ministra de Industria porque considera que la medida se demoró por lo menos 40 dias : "Ahora es tarde. Había que impedir esto antes, cuando todavía no habían afectado a las automotrices que dependen de Gestamp". La empresa no estuvo de acuerdo por lo siguiente: "Conciliación obligatoria implica volver todo atrás. Y esto  no es una discusión salarial. Aquí un grupo de obreros nos tomó la fábrica e impidió el trabajo de sus compañeros. Conciliar implica convalidar lo que hicieron y no estamos de acuerdo."

     Esta mañana la empresa actuó según lo manifestado  y no abrió sus puertas pese a que asi lo determinaba lo resuelto por el Ministerio de Trabajo Bonaerense. Según la lógica explicitada ayer, dificilmente le franqueen el paso otra vez a los trabajadores sindicados por ser responsables de la toma. El Smata de Ricardo Pignanelli,  Sec. Gral del Gremio, no mira con desagrado la decisión de la empresa. Su política dialoguista con el Gobierno y Gestamp choca de plano con la combatividad de los militantes del Partido Obrero.

     No está claro el final. Los marginados le reclaman por ahora al Ministerio de Trabajo de la Provincia que conminó el sábado a las partes a retrotraer el conflicto. Si no hay respuestas positivas, complicadas de lograr, seguramente intentarán cortar otra vez la Panamericana en las próximas horas. Y si pueden ingresar mediante la gestión  de Cuartango y establecer alguna mesa de diálogo con Gestamp  (cuestión bastante improbable) los que se preparan para una concentración masiva en rechazo al posible acuerdo son los militantes de Smata.