sábado, 27 de diciembre de 2025
   
 
     
"Todo o nada"

El gobierno no aprende. Tropezó otra vez con su incapacidad negociadora y terminó opacando la sanción del Presupuesto 2026 con una ruidosa derrota en particular a manos de una variopinta oposición que rechazó por QUINTA vez en tres meses el intento del oficialismo de desfinanciar a las Universidades y el colectivo de Discapacidad. Varios señalan la notoria responsabilidad de Balcarce 50 por insistir con un artículo que no estaba en el dictamen original y además es de extrema sensibilidad para toda la sociedad argentina. "Matar o morir" nunca es el lenguaje del Congreso. No funcionó antes con un puñado de propios y tampoco ahora, que es más preocupante, cuándo el oficialismo es la primera minoría de la Cámara. El Presupuesto que dicen que no les sirve y el complejo camino que viene.

  Sólo se puede explicar desde la mala praxis, o de una particular forma de hacer política que hasta acá en el Congreso le trajo mayoría de malas noticias. Montado en la victoria del 26 de octubre, más el agregado de ex PRO, ex radicales y  provinciales varios, el Gobierno celebraba  ayer de antemano la sanción de su primer Presupuesto. Pero pasaron cosas. Primero la notoria inexperiencia de varios propios que llegaron tarde a la impostergable convocatoria de las14,30. Si la sesión está citada a las 14 se espera sólo media hora más. Sin más plazos. Ayer muchos propios desconocían lo estricto del reglamento y el oficialismo tuvo que ser salvado sobre la campana por veteranos como  Pichetto y otros integrantes de su bloque.  Karina Milei  deberían insistir con el manual de instrucciones repartido en noviembre.

  Lo otro se presumía sencillo.  Respaldo garantido de 95 oficialistas, más el PRO, la UCR y los provinciales. Sobraba el número. Afuera sólo  quedaba el peronismo y la izquierda. Podía haber diferencias con algún artículo en particular,  pero la sanción estaba allanada. Sin embargo, al oficialismo se le ocurrió un agregado que no estaba en el dictamen,  indicando que quedaban derogadas las leyes de incremento presupuestario a las universidades y a la discapacidad. Escencialmente para decir: se terminó, lo que votaron en dos oportunidades, una rechazando con dos tercios el veto del Ejecutivo, hasta acá llegó.  Básicamente para mostrar poder, porque  no había cumplido el Ejecutivo con ninguna de las mandas del Congreso. No le había dado un peso a ninguno de los dos sectores.

  El agregado extemporáneo generó incomodidad.  No solo en la oposición. Básicamente porque es muy discutible que se agregue un artículo de este tipo en un Presupuesto y porque a NADIE le gusta ponerse enfrente de dos colectivos tan particulares. Surgieron las primeras voces críticas: "No voy a votar en contra de las Universidades. Vengo de una pública y no le encuentro ningún sentido.". Otra indicó "hay acuerdos con el Gobierno nacional por ATN y obras,  pero no voy a ganarme el rechazo de todos los discapacitados de mi provincia. Meter este artículo es complicar todo"

    En una insistencia digna de mejor causa,  el oficialismo  cambió de estrategia: metió el artículo dentro de "capítulos" para ofrecer dentro de ese espacio, desesperadamente, aspectos  puntuales que favorecieran a los dudosos. No alcanzó. En el interín  el Gobierno perdió más de 15 votos entre la aprobación en general y en particular y teminó derrotado.  No suele pasar esto con los oficialismos.  Los votos propios deben estar muy bien contados. Si hay seguridad se avanza, caso contrario se retrocede y se quita lo ríspido. Perder así nunca es lo más corriente. Metido en el error estratégico,  el Gobierno vió también cómo se rechazaba el acuerdo entre Nación y CABA y la compensación que se le iba a hacer a las energéticas por más de 3.500 milones de dólares.

  Sacudido por la derrota, impensable a las 2 de la tarde, el Gobierno dijo esta mañana que así cómo está "Este Presupuesto no le sirve". Esta tarde empieza la discusión en el Senado. Parece muy difícil que la Cámara Alta logre regresar al texto original. Si hay cambios vuelve a Diputados. Si no hay cambios se transforma en Ley. Milei aventuró la posibilidad de vetar. Veremos. No era tan grave. Faltó saber negociar, elegir lo importante y buscar soluciones posibles. Menos dogma.