En el  primer item parecía natural que el proyecto se decantara por la negociación por empresa. Para el sector patronal parece siempre   más conveniente negociar por fábrica  que contra la fortaleza de un sindicato. Además hay notorias desigualdades y podería económico según sea el lugar geográfico dónde estén asentadas las distintas unidades productivas. No es tan así. Las cámaras empresarias negocian convenios desde hace décadas y siempre lo han hecho con conducciones peronistas. No hay gremios nacionales encabezados por la izquierda más combativa. De un lado y de otro de la mesa los protagonistas son casi siempre los mismos y más tarde o más termprano se terminó acordando. Ha pasado históricamente con los gremios industriales  más poderosos cómo UOM, SMATA, Petroleros, Alimentos y otros cómo Camioneros o Comercio. Si la negociación es por empresa aparecen otros riesgos. Ha habido y hay comisiones internas muy combativas en todos estos sectores pero el acuerdo con las conducciones nacionales reducía el margen de conflicto. Si la negociación por rama de actividad queda de lado los problemas podrían multiplicarse y se desvanece la capacidad negociadora de los apellidos de más peso en el mundo gremial. No hay posiciones unánimes en la UIA en este punto,  pero varias voces de mucho peso son partidarios de que no haya modificaciones estructurales.

   El tema de la cuota sindical es la gran cuestión de la UCR en Diputados y Senadores y en los dos últimos años intentó avanzar sin logros a la vista. Martín Tetaz insistió en ambas oportunidades y nunca logró el respaldo libertario. La respuesta oficial  fue que "no era momento para generar otra piedra de choque con la CGT".  Piensa igual hoy el Ejecutivo? Nada indica lo contrario, pero es cierto que necesita votos para el respaldo general de la ley y seguramente el radicalismo pretenda trocar ese apoyo a cambio de un reivindicación que intenta desde 1984 con la Ley Mucci.

   De la reunión de hoy del "Consejo de Mayor" sólo trascendieron generalidades,  pero sí se indicó el involucramiento en las negociaciones de Martín y Lule Menem. No es un dato al pasar. En los tiempos de Carlos Presidente hubo muy importante reformas laborales pero el gobierno siempre mantuvo una relación muy cuidada con aquella CGT negociadora que encabezaba Rodolfo  Daer.  Después apareció la conflictividad de la mano de un Moyano muy combativo, pero eso fue sobre los finales de la década del 90. Se intenta ahora algo parecido?