miércoles, 30 de julio de 2025
   
 
3/7/2025
     
Resultado mixto

El saldo final de la conflictiva sesión de ayer en Diputados indica dos problemas a mediano plazo para el oficialismo (emplazamiento a comisiones para tratar tema Garrahan y sueldos universitarios) y dos alivios: la oposición no consiguió avanzar con la eliminación de las retenciones ni con la merma de facultades de los DNU. Los incidentes finales marcaron la hostilidad visible de diputadas de Unión por la Patria con José Luis Espert por su serie de amenazas e insultos, dónde incluyó a la propia hija de Cristina Fernández de Kirchner. Los gritos y reclamos aceleraron el final de la sesión y no hubo inocentes en la concreción de esta idea. Lo que viene.

 La situación de los médicos y el personal del Hospital Garrahan es un tema de extrema sensibilidad y nulo impacto presupuestario,  dónde la estrategia de confrontáción del Gobierno se ha mostrado indocumentada y morosa. Ayer se votó el emplazamiento a las Comisiones de Presupuesto y Hacienda y Salud para tratar de manera impostergable la cuestión el próximo 8 de julio.  Hasta acá José Luis Espert, titular de la primera, había clausurado obstinadamente esa posibilidad. Tiene que abrir las puertas la semana que viene pero el dato tampoco soluciona nada de manera rápida. Habrá que ver si se  puede votar algún dictamen opositor que disponga una salida al tema y fijar fecha de tratamiento en el recinto. El receso invernal está cerca y nada será demasiado presuroso.

  Con la cuestión universitaria pasa algo similar. El mismo ocho hay que discutir con la Comisión de Espert y Educación el tema de los recursos. Hasta acá la respuesta oficial siempre fue un no rotundo a la mejora de salarios y sólo hubo lugar para el incremento de la partida destinada al funcionamiento de las casas de altos estudios.

 No es poco, tampoco para entusiasmarse demasiado. Ambos proyectos habían sido impulsados por los radicales críticos de Democracia para siempre y se sumaron el peronismo, la izquierda, partidos provinciales (luces rojas para el Gobierno) y gran parte de Encuentro Federal, el bloque de Pichetto, Emilio Monzó, los cordobeses y demás. El apoyo de diputados de Río Negro, Misiones, Salta, Neuquén y demás es una voz de alerta para el Ejecutivo. La posición del Gobierno nacional es de extrema dureza a la hora de establecer acuerdos y termina generalmente en fracasos. Los libertarios por un lado y los dirigentes provinciales por el otro. Corrientes es un ejemplo. Y cómo no hay acuerdos electorales se termina o pone en suspenso el respaldo a las políticas oficialistas.

  Con retenciones y acotamiento de la discrecionalidad de los DNU pasó otra cosa. Los grandes impulsores de votar la eliminación del impuesto al campo  eran ayer, básicamente, cordobeses y santafesinos. En este punto la política de Unión por la Patria es otra:  no quisieron plegarse a la estrategia de un  espacio que no es el propio y menos votar una disposición con la que nunca estuvieron de acuerdo cuándo les tocó ser oficialismo.

   Similar mirada en el tema DNU. La idea de parte de la oposición es regular la cantidad de decretos, hacerlos más específicos y básicamente empoderar más al Poder Legislativo sobre el Ejecutivo. El peronismo siempre mira con recelo una merma de atribuciones para el Presidente y entiende que en un Congreso atomizado y con decenas de bloques se complica cualquier gestión si se acota el margen de maniobra del Poder Ejecutivo.

   El episodio Espert tiene una  precuela conocida. Insultos a Florencia Kirchner, proclamas tipo "cárcel o bala" y "hay que colgar a cuatro o cinco en la plaza de Mayo y se termina". La respuesta fue la colocación de un cartel de repudio frente a su domicilio en Martinez y arrojar una importante cantidad de excremento de caballo en la puerta. Lo insólito del caso es que la acción habría sido protagonizada por una funcionaria de Kicillof y una concejal quilmeña, ambas detenidas por orden de la Jueza Arroyo Salgado  en la cárcel de Ezeiza, reservada para casos de alta peligrosidad. Las caracterísiticas del procedemiento y el destino elegido son severamente cuestionados por el peronismo y ayer varias diputadas  le fueron a enrostrar la situación al titular de Presupuesto y Hacienda.  Al estar mucha gente parada empezó a crujir el quórum y Martín Menem, rápido de reflejos, aprovechó para levantar la sesión cuándo vió que no estaba el número indispensable. Unión por la Patria y libertarios no lo lamentaron demasiado. Retenciones y DNUs no era el tema prioritario de ninguno de los dos bloques.