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martes, 1 de julio de 2025 |
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Plaza llena
Acto muy importante del peronismo. Masivo, ordenado y emotivo. Los agravios y celebraciones en los medios por la detención de CFK multiplicaron expectativas ante la convocatoria. Inusual silencio en el Gobierno, una administración acostumbrada a la lengua rápida al momento de confrontar con el adversario de turno. Nostalgia en los presentes y en Cristina. Pocos jóvenes? Los límites para la jefatura de la ex presidenta si el plan A es empoderar a Máximo. Dificultades concretas para armonizar una unidad de la que pretenden participar gobernadores, la CGT, dirigentes sociales, La Cámpora y otros sectores. Mirada social sobre la justicia. Ausencia de propuestas superadoras.
160.000 asistentes calculó La Nación y es un estimativo factible. Hubo convocatorias de mayor masividad pero esta fue muy importante. Desde la 9 de julio hasta Plaza de Mayo había mucha gente y también en ambas diagonales. No hubo demasiada estructura. Columnas sí del Movimiento Evita, La Cámpora, del espacio naciente de Kicillof y algunos gremios cómo ATE y Judiciales, pero también mucha gente suelta. La imagen de Cristina se ha sostenido en los años y su intención de voto así lo demostraba. Ese largo vínculo. ese prolongado afecto, estaba presente en la soleada tarde del miércoles. Hubo también en el mundo peronista una necesidad de autoprotegerse, de cuidarse. La ratificación de la condena por parte de la Corte Suprema llegó con celebraciones con champagne en streaming y en las redes, narraciones gozosas de cómo debía colocarse la tobillera electrónica, multipicación del descalificativo "chorra" a cada rato y diputados que escribían "Extasis" en las redes sociales. Tal vez no todos los participantes imaginan a la ex presidenta libre de culpa y cargo, pero los agravios y el dolor multiplicaron presencias en la marcha. Nunca esta bien regodearse en el pesar ajeno. También dispara otro reclamo. Que la celeridad de la Corte para tratar este caso puntual empiece en algún momento a revisar otras tantas causas de dirigentes no peronistas que duermen hace años entre la impunidad y el olvido.
La catarsis está. Todo lo que viene por delante es menos claro. El discurso de Cristina apuntó a la esperanza - dato esencial en un peronismo golpeado y confundido - y a la posibilidad de volver a ser gobierno, el escenario más preocupante para el oficialismo y sus aliados. Las herramientas para recorrer ese camino volvieron a estar ausentes cómo desde hace mucho. Hablo de 12 años de kirchnerismo glorioso obviando el gobierno de Alberto Fernández, del cuál fue la Vice y dónde no hubo nunca una mínima idea de modelo económico. Planteó logros de hace 10 años, cómo un sueldo con mayor poder adquisitivo y la posibilidad de la casa propia, cuándo en la gestión2019 - 2023 nunca hubo nada. Se torpedeó mal a Martín Guzmán para terminar con Sergio Massa Ministro de Economía, también sin un mínimo plan que garantizara cierta posibilidad de éxito frente a Javier Milei.
En el armado político de la oposición para enfrentar al Gobierno en setiembre y octubre tampoco puede cometer errores. La posibilidad de ser el eje de una convocatoria amplia a gobernadores, dirigentes sociales y la CGT está, nadie niega su liderazgo ni si jefatura. Lo no resuelto es el rol de La Cámpora y Máximo Kirchner, de notorio protagonismo mediático en los últimos dias. Si Cristina insiste con su prevalencia sobre otros sectores va a crujir rápido cualquier modelo de unidad posible.
El otro dato central de los últimos dias es el silencio stampa del gobierno. Rareza llamativa en un staff que no se caracteriza por la prudencia o la diplomacia al momento de opinar sobre sus adversarios. Guillermo Francos dijo con profesionalismo "no entiendo los motivos de la marcha". Sabe que los motivos son claros: reposicionar una figura política y una fuerza opositora que hace apenas una semana navegaba entre la confusión y las disidencias internas. Ese es el dato nuevo que se procesa y por eso tal vez el silencio: una plaza llena, un balcón florido en la calle San José y la visita de Lula el mes que viene.
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