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miércoles, 15 de enero de 2025 |
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Cuestión de imagen
El oficialismo puede tener grandes complicaciones en el Congreso en los tiempos por venir: posible rechazo del DNU que destinó cien mil millones para la SIDE, la visita de diputados propios a Astiz, los fondos para Educación, el Presupuesto y la renovación del mandato de Martín Menem. En cualquiera de estos casos corre riesgos de derrotas parlamentarias o el rechazo a algún DNU. Todo lo legislativo, sin embargo, se analiza junto a otro dato insoslayable: con más y con menos la imagen positiva del Presidente sigue siempre en torno al 50 %. Ese respaldo social es el mejor freno inhibitorio a cualquier decisión contundente opositora en Diputados o Senadores. Asedio interno y externo para Kicillof.
El núcleo duro opositor está compuesto por 100-105 diputados. Esto es UxP más la izquierda. Otro grupo, respondiendo a una conducción más ecléctica es el que conformar los radicales de Facundo Manes, diputados de la Coalición Cívica y Hacemos: los dos socialistas, De la Sota, Emilio Monzó, Nicolás Massot, Margarita Stolbizer. Llegar a 129 y complicar mucho al gobierno no es una quimera. Ya sucedió.
Los dias por venir son un test importante. Particularmente por el DNU que asignó un presupuesto de 100 mil millones de pesos a la resurgida SIDE. El tema impacta mal en todos los bloques (incluído el PRO) salvo LLA. Preocupa el destino de los fondos, el control de la agencia a cargo de Santiago Caputto y los desacuerdos con el oficialismo al momento de conformar, precisamente, la Bicameral de Inteligencia que se deberá encargar de controlar y supervisar el funcionamiento de la nueva agencia. A nivel nombres ha habido por lo menos tres problemas: promesa incumplida de asignar un lugar a Emilio Monzó, ex titular de la Cámara y lugarteniente de Miguel Pichetto en la conducción de Hacemos. Situación parecida para González D'Alessandro, diputado libertario de San Luis a quién también le dijeron hace siete meses "lo tuyo está" y después se encontró con la silla ocupada.El tercer caso es Martín Goerling (PRO Misiones) que era el elegido por Victoria Villarruel. En el medio de la pelea con el Presidente, previsiblemente, también le dijeron que no y el candidato del oficialismo es Edgardo Kueider, el senador entrerriano peronista que fue clave para aprobar la Ley Bases. Representantes del PRO también han sido críticos del tema. En este marco resultará muy difícil para el oficialismo evitar el rechazo al DNU: Jugará esa carta la "oposición dialogista"? Hasta acá, razonablemente, nunca quiso complicar institucionalmente al Gobierno. Acumula poder, muestra sus números e "invita" a negociar. Pasó varias veces en la Ley Bases y puede suceder otra vez. El oficialismo arranca de posiciones intransigentes pero luego termina entendiendo el peso de los números.
Ayer se empezó a discutir la imputabilidad de los menores a partir de los 13 años, proyecto muy impulsado por el Gobierno a partir de Patricia Bullrich. Por lo visto en el encuentro también le resultará muy complejo al oficialismo fijar ese umbral. En los demás espacios hay más consenso para fijar ese mínimo en 14. Con Venezuela la cuestión fue diferente. Acuerdo de Fernado Iglesias, Santiago Cafiero, los radicales y el resto de los bloques (salvo la izquierda) en un documento muy crítico al accionar del gobierno de Maduro.
Los fondos para Educación serán otra vez un problema. El tema es central en la UCR y ayer el vice rector de la UBA volvió a recordar la situación angustiosa de los docentes unviersitarios en materia salarial. El Gobierno buscó postergar la asignación de recursos pero los radicales más dialoguistas tropiezan con la postura más crítica de aquellos que consideran que el tiempo transcurrido ya fue suficiente.
Síntesis: En cualquiera de estos casos, si considera la oposición que puede compartir algun punto de vista con el peronismo, está en condiciones de dejar al Gobierno en minoría. Concretarlo es otro tema. No sólo es contar votos en el recinto. El nivel de imagen del PE es un dato insoslayable que obliga a mucha cautela antes de cualquier decisión política.
Cerca del Gobernador de Buenos Aires reclamararon enojados, cómo corresponde, contra la decisión de YPF de designar a Río Negro cómo el lugar elegido para la planta de licuefacción de Petronas. De manera más reservada indican que siempre supieron o intuyeron que esta iba a ser la decisión final. Por supuesto que es un problema. La radicación en Bahía Blanca hubiese resultado un alivio y una inyección económica enorme. Sin debate. De todos modos conviven con una realidad que entienden menos y también los incomoda mucho: "Palabra de varios intendentes del interior de la provincia. Los llamados del camporismo para que jueguen con ellos, para discutir espacios el año que viene y el 2027 es permanente. Los complican a ellos y a nosotros. Lo hemos explicado y pedimos siempre que la prioridad sea la gestión pero termina pasando poco"
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