lunes, 2 de diciembre de 2024
   
 
30/5/2024
     
Alivio

La llegada anoche del nuevo Jefe de Gabinete al Senado fue providencial. El oficialismo había fracasado otra vez en su intento de firmar el dictamen que habilite el tratamiento de la Ley Bases en el Senado cuándo la Intervención de Guillermo Francos logró tres firmas indispensables para conseguir el objetivo: la porteña Tagliaferri (larretista), el entrerriano PJ Edgardo Kueider y el santacruceño José María Carambia. Lo conseguido es necesario pero no suficiente. El Ejecutivo fue hoy muy prudente recordando todo lo que falta y los recortes que el oficialismo puede padecer todavía en el tratamiento en particular. En paralelo, rostros contrariados en el peronismo, que en algún momento de este larguísimo debate imaginó que el proyecto podía ser frenado definitivamente en la Cámara Alta. En el panorama global del Congreso aparecen más señales amarillas para Milei: la confluencia opositora en torno a haberes jubilatorios, lo que pasó con el presupuesto universitario y otros gestos de acercamiento de Miguel Pichetto a la UCR por el tema agropecurio y a Unión por la Patria en reclamos por el desfinanciamiento a discapacitados.

  Allá por enero Guillermo Francos dijo "Si demoramos un año en sacar la Ley Bases,  no entra un peso más a la Argentina por mucho tiempo". No pasó tanto pero el oficialismo ya consumió la mitad. Escencialmente  por un error estratégico (pretender tantos cambios económicos, laborales, energéticos y financieros en una sola ley)  y otros varios en la instrumentación. En Diputados primero y en el Senado luego (fallos calcados) nunca encontró la oposición interlocutores validados de verdad para escuchar reclamos de votos clave para el dictamen y  la votación en general.   Martín Lousteau, Pablo Blanco, Kueider, Tagliaferri, Carambia y otros se cansaron de solicitar modificaciones y pedir borradores dónde constaran esos cambios y nunca recibieron nada. La soledad de dos o tres Senadores propios de LLA era ostensible a la hora de intentar alguna devolución ante las demandas del sector amigable.

   La negociación seria del oficialismo la concretó ayer Guillermo Francos.  Logró en medio de la desazón inicial por el nuevo fracaso en la firma del dictamen, revertir la situación a último momento. Con el santacruceño Carambia acordó elevar el pago de regalías para la pcia del 3 % inicial al 5, Parece poco todavía poco cuándo en países vecinos supera el 30 % pero para los ingresos de la administración pcial representa una suba del 70 %. Con Tagliaferri, que hoy volvió a insistir en que es "parte de la oposición", muy lejos de las intenciones de Patricia Bullrich, se negociaron aspectos del blanqueo que para la legisladora eran inaceptables. Se sabe menos de lo hablado con el entrerriano Kueider. Hoy el ex Gobernador Bordet se despegó de la decisión del Senador indicando que fue "personal". Uno de los temas prioritarios para el representante de Entre Ríos fue siempre la provisión de fondos para la ampliación y renovación de la represa de Salto Grande.

  La firma del dictamen trae alivio en el Gobierno y desazón en Unión por la Patria. Hasta anoche el peronismo imaginó que el fracaso oficialista en el Senado era una posibilidad concreta. Su bloque está conformado por 32 representantes aparentemente sin fisuras. A Martín Lousteau lo cuentan votando en contra. Si los tres senadores que anoche firmaron el dictamen a último momento sostenían su postura inicial la oposición estaba por lo menos en 36 votos y tenía que desempatar Victoria Villarruel. Todo esto sin mirar el heterogéneo bloque de senadores provinciales dónde ya aparecieron posiciones rebeldes que complicaron al oficialismo.

  La fecha para el tratamiento en general sería el 12 o 13 de junio. Pasada esa instancia viene el debate en particular y luego el regreso a Diputados.  El fueguino radical Pablo Blanco ya dijo que "no vota de ninguna manera la delegación de facultades" y Tagliaferri también insistió en sus diferencias con el RIGI. En Diputados se podrá  corregir lo resuelto en el Senado a condición que repitas el mismo tipo de mayoría.

   Al margen de este tema central para el Gobierno corresponde observar otro escenario. Radicales y peronistas ya estuvieron de acuerdo para mejorar los haberes jubilatorios y el presupuesto universitario. Su unidad en términos de números - siempre se suma parte  del pichettismo- es muy importante por que alcanzan mayoría propia con facilidad y generan muy rápido un problema  serio en el Ejecutivo que rápido tiene que anunciar posibles vetos. La foto marca además la clara división entre el PRO y LLA por un lado (no llegan a 80) y el resto de las representaciones parlamentarias.  Esta nueva forma de convivencia opositora mostró además a Miguel Pichetto apoyando un reclamo radical en materia agropecuaria y un pedido de UxP contra un posible desmantelamiento de la asistencia a discapacitados, En esta ocasión el titular de Hacemos puso su firma junto a Ricardo López Murphy.