miércoles, 15 de enero de 2025
   
 
30/1/2024
     
¿Hay sesión?

Muy trabajosamente parece que si. El oficialismo debe lograr primero el quórum indispensable con apoyos propios, del PRO y la UCR. De todos modos necesita todavía del respaldo de parte del Bloque Hacemos (Pichetto) y representantes de partidos provinciales. Las diferencias (que tratarán de ser saldadas en Labor Parlamentaria esta tarde noche) son conocidas: Coparticipación del impuesto País, biocombustibles (capital para los cordobeses y tucumanos) y delegación de facultades en materia energética y de privatizaciones. Si el número se consigue el oficialismo afrontará luego el complejo trance de las aprobaciones en particular dónde también florecen decenas de diferencias con el proyecto oficial. El contexto general tampoco ayuda nada: desautorizaciones del Ejecutivo a acuerdos vertebrados con el Ministro del Interior, la confrontacion de Llaryora con el vocero Adorni y la calificación de "bloque extorsión" por parte del mileísta Joaquín de la Torre a los integrantes del espacio que encabezan Pichetto, Monzó, Stolbizer, Massot y otros.

 Es de manual, si repetís siempre los mismos errores se reiterarán  los malos resultados.  La intransigencia oficial ( "No cedo", "No negocio") es imposible de entender si partís de un pequeño bloque de sólo 37 integrantes propios. Para llegar a 129 te falta muchísimo y el único camino posible para llegar al objetivo es  ser plenamente conciente de esa debilidad y negociar en consecuencia.  Hay otra teoría dando vuelta por esas horas y dice que en verdad al oficialismo no le interesa ningún acuerdo. No lo parece, lo visto es más el reflejo de la mala praxis, la inexperiencia y la carencia de soldados propios de peso que de consumadas e incomprobables  estrategias políticas.

  Tras la dolorosa decisión del oficialismo del viernes (levantar todo el paquete fiscal) supuso equivocadamente que con ese gesto alcanzaba para imponer el "acá no se negocia más". Otro error. Decir eso implica tener número para poder  per se aprobar lo pendiente y no es el caso.  Hace poco dijo el Senador Martín Lousteau que observaba  "muy poca capacidad de frustración en el Presidente y eso es un problema". Algo de eso hay. Por supuesto que resignar el tema retenciones y la cuestión previsión signficó para el Gobierno perder un brazo, pero estaba claro que la cuestión sola, por si misma, no alcanzaba para hacer votable todos los otros 300 artículos presentes. Nada indica a esta hora que se pueda avanzar en algún consenso con las provincias respecto a la coparticipación del impuesto País, biocombustibles y la emergencias energéticas y de privatizaciones. Puede  si haber respaldo para la votación en general y rechazo en cada uno de estos puntos. Del lado de la "oposición dialoguista" todavía es menos entendible lo sucedido con dos items del paquete fiscal: Blanqueo y Moratoria. Había número cómodos para apoyar y nadie entiende la decisión del retiro.

  Si hay sesión,  será muy larga, discutida y con resultados  difíciles de transformar en exitosos por parte del oficialismo. La Justicia tampoco se cansa de darle noticias amargas respecto a la constituionalidad del DNU. La experiencia debería servir. Las herramientas digitales no sirven en el Parlamento, dónde los votos se cuentan de uno y se conquistan desde la persuasión  o el interés mutuo.