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| miércoles, 15 de enero de 2025 |
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Juicio por jurados
El radical formoseño -ex juez en su provincia- presentó un proyecto para la creación del juicio por jurados en el ámbito federal. El dato novedoso es que lo hace en forma conjunta con el peronista (FDT) Juan Manuel Pedrini, el titular del Interbloque Federal "Topo" Rodriguez, representantes de la Coalición Civica de Carrio y de Evolución cómo Carla Carrizo: "El juicio por Jurados en los tribunales federales -dice- se hubiese podido utilizar en causa Vialidad dónde se condenó a la Vicepresidenta". La diversidad en el respaldo es un buen punto de partida pero en temas judiciales no hubo un sólo acuerdo entre oficialistas y opositores en tres años.
Impulsar el Juicio por Jurados representa una idea, una aspiración, cargada de lógica y sentida común. Desde hace tiempo el rechazo social al Poder Judicial supera al Ejecutivo y el Legislativo, que no es poco. Las constatciones de Lago Escondido agravan lo visto y conocido. El sistema ya funciona con éxito en algunas provincias y conforma además una camino de acercamiento entre la sociedad y los códigos. En nuestro país y el resto del mundo la mayoría de los jurados se conforma con 12 integrantes y deben trabajar entre todos hasta lograr determinar la inocencia o culpabilidad del enjuiciado de manera unánime.
La heterogeneidad del respaldo es un dato singular pero habrá que ver si alcanza. En el tema Justicia no hubo ninguna posibilidad de acercamiento en los últimos tres años. El Ejecutivo intentó avanzar con la ampliación de los Juzgados Federales pero el proyecto apenas superó el Senado. En Diputados no se puedo tratar ni siquiera en Comisión. El FDT de todos no sólo tropezó con el rechazo de JxC. El resto de los bloques más chicos tampoco quisieron participar nunca de una pelea que los excedía y no correspondía. Sólo 118 votos propios en Diputados es una limitante para el oficialismo que ha lamentado de manera constante. Tampoco pudo avanzar con la designación del Procurador que reemplace al interino Casal y menos con la ampliación de miembros de la Corte Suprema. Ni siquiera con la nominación de quién deberá reemplazar a la jubilada Highton de Nolasco. Tantos tropiezos obedecieron en parte a la falta de número y también a las propias diferencias internas entre el Presidente y la Vice.
Por todas estas cuestiones y porque el año legislativo ya termina, su tratamiento parece misión imposible. De todos modos, la pluralidad de los firmantes es un punto de partida inmejorable para intentar remar contra la corriente.
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