viernes, 26 de abril de 2024
   
 
21/7/2022
     
Sin Quórum

Espejismo. Antecedentes frustrados. Cristina. Kicillof. La posibilidad de un acuerdo entre oficialismo y oposición, mencionada ayer, siempre sonó cómo extemporánea dentro del propio Congreso. Si no abundaron los consensos antes, menos ahora. La propia complejidad de las dos coaliciones, además, dificulta cualquier entendimiento medianamente sólido. Debate en el FDT por el Salario Básico Universal.

 Menos que un globo de ensayo. Ni siquiera estuvo claro quién patentó transitoriamente la idea. Indican que desde las cercanías de la Vicepresidencia y es factible. Un pedido similar del Gobernador de Buenos Aires en el mismo sentido le otorgan verosimiltud.  

  La posibilidad de cualquier consenso hoy entre el oficialismo y la oposición resulta imposible, por convicciones y por instrumentación. El amplio arco de Juntos por el Cambio plantea con razonabilidad que primero es indispensable el acuerdo dentro del propio FDT y luego que el Congreso es el marco natural para iniciar este camino.  Que está clausurado por dos cuestiones escenciales:

        a) Niguna oposición en el mundo va a en auxilio de un gobierno golpeado y sin conducción. Las convocatorias funcionan al revés. Cuándo hay un oficialismo empoderado, rumbo delineado y adversarios dispersos.

        b) La extrema complejidad actual de la representación parlamentaria actual. Quién sintetiza en el FDT las diferencias internas entre camporistas, dirigentes sociales, massistas,  dirigentes gremiales y algun albertista suelto?  Quién en Juntos por el Cambio,  dónde  tenés por lo menos cinco o seis pre candidatos presidenciales (Larreta, Patricia Bullrich, Macri, Manes, Gerardo Morales)?

     La búsqueda de potenciales acuerdos es un rosario de fracasos en estos dos años y medio de gestión de Alberto Fernández. La prueba palpable es la inexistencia de sesiones ordinarias. Estas son acordadas entre oficialismo y oposición con un temario común dónde ambos bloques mayoritarios incluyen temas de su  particular interés y el quórum es responsabilidad de ambos. Cómo este camino no funcionó nunca se optó en ambos campamentos por la convocatoria a Sesiones Especiales, dónde la convocatoria cuenta a riesgo propio y sólo se tratan los temas que interesan a un sector. A veces funciona y otras se termina en sonoros fracasos.

    La idea del consenso sonó siempre muy frágil  por razonamientos elementales. Imaginemos un transitorio acuerdo oficialista encabezado por Sergio Massa, Gerardo Massa y el silencio de Máximo Kirchner. Quién lo suscribe enfrente? Es imaginable que Macri, Larreta, Bullrich, los radicales y Carrió se pongan de acuerdo rápido en alguna estrategia que calme mercados y también los reclamos sociales de Grabois y el Polo Obrero?

   Una muestra más de la falta de coordinación oficialista es el confuso debate interno sobre un eventual Salario Básico Universal. Ya el título denota inconvenientes. Llamarle salario a un ingreso calculado hoy en $ 14.000 no corresponde. Habría que buscar otro título:  IFE, Asignación extraordinaria, no salario a un paliativo de urgencia que no cubre ni la mitad de la canasta familiar de una persona.  Juliana Di Tullio, senadora nacional y muy cercana a la Vice dijo ayer que "faltan detalles, es complejo, pero hay que implementarlo". Los dos problemas principales son que no está claro el número de beneficiarios, si tendrán número en Diputados para votarlo y cuál sería la forma de financiamiento. Ante estas trabas se barajó la opción del Decreto Presidencial. Anoche sin embargo, a última hora, se manifestó la mendocina (Camporista) Marisa Uceda: "No creo que corresponde sacarlo por Decreto. Es muy importante, necesita aval social y el respaldo del Congreso"