jueves, 25 de abril de 2024
   
 
28/3/2022
     
Ley de Alquileres

Las opiniones de Luis Di Giácomo (Juntos somos Rio Negro) y la entrerriana Gabriela Lena (UCR) tras la presentación del proyecto de José Luis Gioja proponiendo una nueva Ley de Alquileres. El proyecto Lipovetsky, respaldado en su momento por oficialistas y opositores claramente no fue una solución y urge buscar una nueva herramienta más funcional para propietarios e inquilinos. El camino de consenso entre las partes, sin embargo, no será sencillo.

 El rionegrino cabeza del bloque Provincias Unidas indicó: "La Ley anterior, pese a sus buenas intenciones, lamentablemente fracasó rápidamente. Creo que hay que derogarla y buscar una nueva fórmula. En este sentido hay varios proyectos. Considero que hay que trabajar mucho y consensuar una alternativa que sea útil a toda la sociedad" 


 En este sentido ya se había manifestado Sergio Massa, titular de la Cámara, que consideró necesario "discutir una nueva ley de alquileres que le de certeza al propietario y garantías y tranquilidad al inquilino a lo largo y lo ancho del país".  La radical Lena, por su parte, expresó: "lo que se intenta es derogar esta ley y darnos un plazo razonable para sancionar otra. El debate debe ser no solamente con todos los legisladores de los distintos partidos sino también con la participación de todos los sectores sociales involucrados en el tema".

  La fallida Ley de Alquileres es un modelo de cuestiones mal hechas en el Congreso y amerita un nivel de autocrítica conjunta que aparece poco y nada entre oficialistas, opositores y bloques más chicas.  Este norma que hoy todos coinciden   debe ser derogada lo más pronto posible fue aprobada hace apenas dos años casi por unanimidad y luego de un muy prolongado debate durante gran parte de la gestión de Cambiemos. Si hoy hay pleno acuerdo para ponerle punto final, mucho se hizo mal en la redacción y espíritu de la misma con responsabilidades compartidas.

  Encontrar un camino de consenso no será sencillo. La norma actual establece contratos de tres años, que es positivo para los inquilinos pero no conforma a propietarios un vínculo a su juicio demasido prolongado y es causa principal de la reticencia a ofrecer viviendas para la renta. El otro dato objetable es que no se puede rediscutir el monto del contrato hasta finalizado el primer año. La  cláusulta genera resistencia en propietarios ante una media inflacionaria anual del 50 % y tampoco es tranquilizadora para los inquilinos, que cumplido el plazo deben afrontar subas que en muchos casos no están en condiciones de poder solventar.

  José Luis Gioja es un hombre importante en el bloque del FDT y fue el primero en plantear otra Ley de Alquileres. El camino del acuerdo, sin embargo, será complejo.