sábado, 20 de abril de 2024
   
 
6/1/2022
     
Escenciales

Desde el 10 de diciembre pasado al oficialismo le faltan 12 votos para el quórum. No le alcanza con los aliados misioneros y rionegrinos y tampoco con el respaldo institucional de la izquierda en algunos casos puntuales. Los puentes con Juntos por el Cambio están todos cortados. La durísima interna opositora hace imposible por ahora rescatar algún apoyo aislado. El diálogo con Interbloque Federal, espacio integrado por Graciela Camaño, el "Topo" Rodriguez y Florencio Randazzo más cordobeses y santafesinos aparece cómo el único camino posible si pretende avanzar en temas decisivos -más allá del presupuesto y el plan plurianual- cómo ley de hidrocarburos, agrobíoindustria, electromovilidad y demás. Consejo de la Magistratura es otra carrera contra el tiempo dónde el mes de abril aparece como un límite muy cercano. El posible comienzo del diálogo no fue el más promisorio: Hoy mismo Alejandro "Topo" Rodriguez se quejó de la postergación del oficialismo a su bloque privilegiando la reunión a solas con JxC para el próximo lunes.

   Las urgencias económicas y políticas del oficialismo son notorias. Parte del problema es la posible parálisis parlamentaria que puede afrontar  si  el Bloque encabezado por Máximo Kirchner no  multiplican las gestiones para lograr cierta dinámica de funcionamiento. Por lo visto en el  Presupuesto y alguna ocasión anterior la estrategia de responsabilizar a la oposición diciendo que "sólo obstruye" es un camino que se agota. Es cierto que no hay una actitud "colaborativa". También es verdad que esta sólo existió en algunos momentos muy puntuales en la historia de los últimos 40 años y que la obligación principal para buscar acuerdos imprescindibles siempre es del partido de gobierno.

  Los números mandan y condicionan al Frente de Todos. Tiene 117 diputados propios más Sergio Massa y la eventualidad de participar de alguna votación desempatando.  Sus aliados del Bloque Provincias Unidas son cinco, con la posibilidad de sumar dos más para marzo. Con optimismo podría estar en 124 y tiene que seguir sumando. Es cierto que podría contar en algún caso con la izquierda -o parte- colaborando para habilitar una sesión y punto. Siguen faltando votos definitorios, esenciales. Que no pueden buscarse en Juntos por el Cambio y menos en los dos bloques que encabezan Espert y Milei. El único camino posible es hablar con los ocho integrantes de este Interbloque Federal conformado por tres cordobeses schiaretistas (entre ellos Natalia De la Sota, la hija de José Manuel), dos socialistas santafesinos y los tres bonaerenses: Graciela Camaño, Florencio Randazzo y "Topo" Rodriguez.

  El espacio trata de funcionar con cohesión pero también pueden votar separados. En ningún caso será sencillo rescatar apoyos pero el oficialismo no parece tener a mano otras opciones. Los cordobeses suelen ser los más críticos y no sólo hay razones institucionales o económicas: El gobierno sacó en la provincia apenas el diez por ciento de los votos. Primero Juntos por el Cambio, después el schiaretismo y tercero el Frente de Todos. Cualquier acercamiento a la Casa Rosada siempre es mal visto por la sociedad cordobesa y allí también se mira el 2023. Dónde el Gobernador ya no tiene reelección y la opción nacional nunca fue descartada.  Los dos socialistas son el Diputado Estévez (hijo del fundador del Socialismo Popular Estévez Boero) y Mónica Fein, ex intendenta de Rosario. Los vínculos con el oficialismo -ahora y siempre- fueron muy acotados.

  El gran objeto de deseo es el espacio de tres que integran en Identidad Bonaerense  Alejandro "Topo" Rodriguez, Graciela Camaño y Florencio Randazzo. El primero es lo más cercano en el Congreso a Roberto Lavagna y fue Ministros de Asuntos Agrarios de Daniel Scioli; Graciela Camaño es la mentora y socia política de Sergio Massa hasta  que él decidió sumarse al Frente de Todos en el final del 2019; La historia cercana del ex Ministro del Interior de CFK es más conocida: en el 2017 y ahora rechazó cualquier regreso al peronismo oficial reclamando siempre internas en la provincia. En ambos casos apenas recogió el 5 % de los votos pero en la segunda oportunidad pudo rescatar esta banca que hoy ocupa.

   El peronismo en general y el kirchnerismo en particular no están acostumbrados a negociar desde posiciones incómodas o  debilidad política.  Históricamente siempre controló el Senado y en Diputados pocas veces estuvo tan comprometido. La situación es otra, muy diferente. Señalar que las leyes no salen por  falta de responsabilidad de la oposición es un argumento cada vez mas perecedero. Las urgencias son notorias. La negociación es imprescindible, más allá de la falta de  hábitos o de costumbres o de la incomodidad  que genera el tener que acordar con los distintos o viejos adversarios. Durante el año pasado, cuando la realidad era menos dura para el FDT, hubo un buen momento de encuentro entre Máximo Kirchner y el "Topo" Rodriguez: trabajaron juntos y con coincidencias unánimes el proyecto de "Zona Frias" que alivió el precio del gas en gran parte del territorio nacional.  Si la historia se repite-no es sencillo- podría haber algún alivio para el peronismo en Diputados.