jueves, 25 de abril de 2024
   
 
10/11/2021
     
Objetivo complejo

Hace más de un mes que el oficialismo plantea la imperiosa necesidad de un acuerdo para después del domingo. El resultado de las elecciones es un dato central. Ganar, perder o empatar define algunos posicionamientos. Sectores dialoguistas condicionados por los más duros. Justicia y FMI temas decisivos. Urgencia en el FDT por avanzar en temas económicos cómo hidrocarburos. Opositores expectantes antes las diferencias internas del oficialismo. El Congreso cómo escenario posible.

  Cualquier escenario es absolutamente provisional. Primero porque NADIE sabe que pasará el domingo. Tras las sorpresas de setiembre ni oficialistas ni opositores lamentan o celebran nada. Está claro si que para el gobierno cualquier resultado que mejore un poco la chapa final de las PASO significará un considerable alivio. Porque acerca posiciones en provincia de Buenos Aires o salva un poco la ropa en Chubut  y La Pampa para que no se compliquen tanto los números del Senado.

  Otro dato concreto es que el oficialismo intentará reflotar la idea de acuerdo que Massa presentó en sociedad hace aproximadamente un mes. Y las dudas aquí se multiplican. Primero por un señalamiento entendible de la oposición: "Antes que nada, que pasa en el Gobierno a partir del lunes 15? Repiten la crisis y el debate público del Presidente y la Vice pos Paso o nos podemos sentar a dialogar con algún mensaje único?" Pregunta sin respuesta por ahora pero con una presunción bastante lógica por parte de un oficialista: "Si la diferencia es chica, problemas chicos; si la ventaja de ellos es grande, problemas grandes"

  Más allá de la ríspida coyuntura está claro que muchos opositores consideran escencial acordar en una serie de temas comunes: Economía, pobreza, Educación, Salud, Seguridad. Y dentro del marco general cuestiones más particulares cómo Reforma Impositiva y Reforma Laboral. De Justicia se habla más nada que poco. Cualquier intento oficialista en el tema -se sabe- resultará rechazado in limine por Juntos  por el Cambio en conjunto.

  Esta unidad en torno al tema judicial no es idéntica en otras cuestiones.. El propio Horacio Rodriguez Larreta planteó "un acuerdo que involucre al 70 % de los argentinos". Sin embargo, tampoco es sencillo imaginar avances sólo por este punto de vista. Un diputado cercano a Massa dijo hoy "El diálogo es indispensable y considero que por su historia hay muchos sectores del radicalismo  con los cuáles puede haber coincidencias. Dentro del PRO hay algunos que lo rechazan de plano y otros con menos dureza"

  Es cierto lo que dice. Pero también es verdad que hoy resulta inimaginable alguna opción de fisura en la oposición por este tema. Puede haber muchos acuerdistas, pero hoy no hay margen posible para una división en el bloque por este tema. Ya lo experimentó el propio Jefe de Gobierno de CABA, que por su histórico vínculo con el Presidente de la Cámara de Diputados y pensando en su proyección para el 2023 habló en términos encomiables de un posible acuerdo. Muy rápido apareció el rechazo de las y los más duros y no volvió a hablar nunca más del tema.

   Las urgencias son del Gobierno.  Al malestar porque "perdimos el debate mediático sobre la deuda de 48.000 millones de dólares que nos dejó Macri y sus consecuencias" se suma el dóiar a $ 205 y la postergación del acuerdo con el FMI.  Necesita con urgencia cierta calma política y dólares.  El acuerdo -aunque mínimo y frágil- le significaría un alivio. Pero todavía está lejos. Ni siquiera hay reglas de juego para las formas. Una diputada del PRO dijo está tarde "Si quieren que conversemos primero deberían empezar por no maltratarnos todo el día en los medios". Su malestar era con una frase del Presidente "Yo también podría acordar con el Fondo en 5 minutos pero en tal caso no los podría mirar a los ojos" En defensa de Alberto Fernández dijeron : "Pasa que antes Macri dijo que el arreglaba todo en un rato. Casi 50.000 millones de deuda, vencimientos por 18.000 mil millones para el año que viene y sigue respondiendo con la misma liviandad de siempre" Y la calesita sigue girando. Algún mínimo consenso es indispensable pero no está a la vuelta de la esquina ni mucho menos.